La fábula del zorro y las gallinas
Había una vez un zorro que ansiaba entrar en un gallinero repleto de gallinas. Buscaba el mejor sitio y lo encontró.
Una chapa metálica desajustada que servía como valla le sirvió para acceder al gallinero logrando cazar a una de las gallinas y llevársela de un salto por el mismo sitio que había entrado.
El zorro se comió tranquilamente la hermosa gallina y como sabía que tenía la comida asegurada volvió por otra gallina. Lo hizo por el mismo sitio de la vez anterior. Pero al querer salir de un salto su agilidad había mermado porque estaba más pesado después de haberse comido la primera gallina.
Y ahí estuvo el zorro dando vueltas en el gallinero atestado de gallinas pero no daba pie con bola para salir. Ya no quería cazar gallinas porque solo quería escapar del encierro y ponerse a salvo de lo que podría ser una muerte segura si lo pillaba el dueño del gallinero.
La oportunidad le llegó cuando a los saltos del zorro la chapa metálica desajustada cedió lo justo para salir rápidamente y salvar su vida.
La moraleja sería
El fuerte y poderoso debe conformarse sin avaricia como se conforman los humildes con lo poco que tienen.
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